Un cáncer en el cerebro dejó al departamento sin uno de sus prohombres, pues con un trabajo serio encarriló a varias generaciones de quindianos por el siempre abonado sendero de la práctica deportiva.
Gracias a ello, hoy es recordado por sus alumnos como un ser ejemplar que no solo les enseñó los grandes secretos para mejorar sus tiempos en las piletas, sino los pequeños detalles con los que se forman los seres humanos.
Su despedida se da después de una ardua pelea por recuperarse de la enfermedad que golpeó su cuerpo, pero que nunca diezmó sus ánimos en su lucha constante por formar ganadores, lo que demostró en días pasados cuando con alegría habló sobre la convocatoria de Arias a la selección Colombia.
Su amigo Hernán Javier Alzate aseguró que el legado del profesor Vargas es muy grande y “no se puede olvidar” y felicitó a la señora Martha Ramírez, esposa del maestro, por continuar ondeando las banderas de la Academia Diego Vargas y del club Yubartas.
El sepelio del profesor, que deja a dos hijas, Olga María y Adriana Lucía Vargas, se cumplirá hoy, tras la llegada de algunos de sus familiares, los cuales se encuentran radicados en Estados Unidos.
El velorio se desarrolla en Jardines de la Esperanza y la misa tendrá lugar a las 4:00 p.m. en la iglesia de Nuestra Señora del Café, donde estará acompañado por representantes de la corporación Bolo Club, Comfenalco, la universidad del Quindío y la Liga Quindiana de Natación, entidades en las que desarrolló sus labores, regando con el agua de sus piscinas a pequeños soñadores que vieron crecer sus raíces y que hoy florecen como grandes personas y campeones.
Gracias a ello, hoy es recordado por sus alumnos como un ser ejemplar que no solo les enseñó los grandes secretos para mejorar sus tiempos en las piletas, sino los pequeños detalles con los que se forman los seres humanos.
Su despedida se da después de una ardua pelea por recuperarse de la enfermedad que golpeó su cuerpo, pero que nunca diezmó sus ánimos en su lucha constante por formar ganadores, lo que demostró en días pasados cuando con alegría habló sobre la convocatoria de Arias a la selección Colombia.
Su amigo Hernán Javier Alzate aseguró que el legado del profesor Vargas es muy grande y “no se puede olvidar” y felicitó a la señora Martha Ramírez, esposa del maestro, por continuar ondeando las banderas de la Academia Diego Vargas y del club Yubartas.
El sepelio del profesor, que deja a dos hijas, Olga María y Adriana Lucía Vargas, se cumplirá hoy, tras la llegada de algunos de sus familiares, los cuales se encuentran radicados en Estados Unidos.
El velorio se desarrolla en Jardines de la Esperanza y la misa tendrá lugar a las 4:00 p.m. en la iglesia de Nuestra Señora del Café, donde estará acompañado por representantes de la corporación Bolo Club, Comfenalco, la universidad del Quindío y la Liga Quindiana de Natación, entidades en las que desarrolló sus labores, regando con el agua de sus piscinas a pequeños soñadores que vieron crecer sus raíces y que hoy florecen como grandes personas y campeones.
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